martes, 27 de enero de 2009

El derroche que supone escribir.

Escribir es un ejercicio criminal, un derroche, un derramarse sobre las hojas.
Escribir es un ejercicio peligroso, ofensivo y destructor. Es un ponerse en evidencia ante la mirada fisgona del otro. Abrir el ser, rasgar el velo, es doloroso.
Si lo que escribo (algo de lo que escribo, a decir verdad) lo pongo aquí es porque los amigos me han animado a hacerlo.
Sin embargo, debo confesar que en cada 'nueva entrada' me tiembla la mano y dudo. Pero me consuelo pensando: ¿sin ser leído para qué escribir? Al fin y al cabo, «se escribe para sus vecinos o para Dios», como dejó dicho Sartre a la mitad de sus 'Palabras'.
Después de todo, la Internet me arropa en ese manto de clandestinidad que me permite ser auténtico. La fama me obligaría, en cambio, a escribir lo que mis lectores quieran, para que compraran mis textos y así yo pudiera comer.
Por ser el novel que soy, finalmente me decido a publicar con gusto estos versos mediocres que, no obstante, no hubiese podido no escribir. Yo también, como el iconoclasta Vallejo, escribo porque tengo algo que decir...

4 comentarios:

Campanula dijo...

Yo creo que todos siempre tenemos algo que decir, solo que somos pocos los q nos atrevemos a manifestarlo.
un saludo y gracias por tu visita a mi blog

Montse dijo...

Buenísima entrada. Has hecho una disección perfecta de lo que supone escribir en Internet donde la posibilidad del anonimato nos anima a expresarnos con mucha más libertada que si fuéramos a pecho descubierto.

Iré leyendo el resto pero como he visto que son "series", lo haré en cuanto pueda.

Gracias por tu visita a mi blog y enlazo el tuyo para poder seguirte de cerca.

Besitos encanto

Leandro dijo...

Pero, como quiera que sea, nos gusta hacerlo. Muchas gracias por tus amables comentarios. Saludos

Javi dijo...

Si es que escribir es casi tan peligroso como leer...